Marcelo Gullo: "El verdadero genocidio de América fue el que detuvo Cortés"
Marcelo Gullo Omodeo es un doctor en Ciencias Políticas argentino que se ha convertido en adalid de la defensa de España frente a la Leyenda Negra. Lo ha hecho en un libro Madre Patria. Desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán (Espasa, 2021) que, desde su salida en España en mayo, se ha convertido en uno de los libros de historia más vendidos y ya suma varias ediciones.
Gullo, profesor de la Escuela Superior de Guerra y de la Universidad Nacional de Lanús e investigador asociado del Instituto de Estudios Estratégicos (INEST) de la Universidad Federal Fluminense, defiende contra todo y todos la herencia hispánica en Latinoamérica e identifica claramente sus grandes enemigos actuales, que mantienen vivo siglos después esa denominada Leyenda Negra: "El mundo anglosajón, el capital financiero internacional, el separatismo catalán, etc". Se sabe en minoría -"en Argentina me crucifican", asegura- y en una batalla desigual. Hace poco, el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador le atacó en un discurso público.
Ahora que se acerca el 12 de octubre, el Día de la Hispanidad, Gullo lo tiene claro: "Es un día para festejar y no hay nada por lo que pedir perdón desde un punto de vista histórico".
Marcelo Gullo: "El verdadero genocidio de América fue el que detuvo Cortés"
- El politólogo argentino Marcelo Gullo Omodeo triunfa en España con su libro 'Madre Patria' donde defiende a capa y espada la civilización hispánica y la herencia española en América.
- "El Día de la Hispanidad es un día para festejar y no hay nada por lo que pedir perdón", afirma.

Marcelo Gullo Omodeo es un doctor en Ciencias Políticas argentino que se ha convertido en adalid de la defensa de España frente a la Leyenda Negra. Lo ha hecho en un libro Madre Patria. Desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán (Espasa, 2021) que, desde su salida en España en mayo, se ha convertido en uno de los libros de historia más vendidos y ya suma varias ediciones.
Gullo, profesor de la Escuela Superior de Guerra y de la Universidad Nacional de Lanús e investigador asociado del Instituto de Estudios Estratégicos (INEST) de la Universidad Federal Fluminense, defiende contra todo y todos la herencia hispánica en Latinoamérica e identifica claramente sus grandes enemigos actuales, que mantienen vivo siglos después esa denominada Leyenda Negra: "El mundo anglosajón, el capital financiero internacional, el separatismo catalán, etc". Se sabe en minoría -"en Argentina me crucifican", asegura- y en una batalla desigual. Hace poco, el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador le atacó en un discurso público.
Ahora que se acerca el 12 de octubre, el Día de la Hispanidad, Gullo lo tiene claro: "Es un día para festejar y no hay nada por lo que pedir perdón desde un punto de vista histórico".
¿Cómo nació la Leyenda Negra española? La Leyenda Negra es completamente falsa, no tiene un solo argumento cierto. Nació en Italia, por envidia, pasó a Holanda, por la guerra religiosa, y llegó a Inglaterra, donde se convirtió en la obra más genial del márketing político británico. No podían derrotar a España por lo militar y lo hicieron por lo político, por la propaganda. Lo convirtieron en política de Estado y lograron convencer a toda Europa de que España era el mal personificado, pero España era una nación más, no una de diablos, ni otra de ángeles.. España no respondió porque, por entonces, no comprendía cómo funcionaba la propaganda política. El gran objetivo inglés fue convencer a las elites hispanoamericanas: si les convencían de que los españoles solo habían ido a América a robar y violar, la separación sería inevitable. Y así fue.
La Leyenda Negra nació y era de derechas hasta los años 30. Pervive gracias a la confusión de la izquierda
Pero eso son motivos de hace siglos, ¿por qué dice que perdura ahora? Pervive por la confusión de la izquierda, que cree que defender a España o estar en contra de la Leyenda Negra es ser de derechas. La Leyenda Negra, la falsa historia de España y de la conquista, nace en la derecha. Era predicada por sectores oligárquicos americanos, por aquellos de los más enriquecidos de la sociedad, a veces los más delincuentes, los de la más recalcitrante derecha. Tenían que justificar su ruptura con España y su triunfo en las guerras civiles que hubo en casi todos los nuevos países entre dos sectores, uno que no quiere romper culturalmente con España y otro anglófilo, y este gana la guerra civil. Y así fue hasta 1930, cuando por primera vez se reúne una internacional comunista en Montevideo y Buenos Aires y deciden adoptar otra mirada, negrolegendaria, para fomentar un fundamentalismo nativo que conduzca a fundar repúblicas indígenas que desestabilicen el patio trasero de los EE UU. Por eso el comunismo se hace negrolegendario. No lo eran antes, todo lo contrario.
¿Y en España? Aquí pasa algo extraordinario. Como la izquierda interpreta que el franquismo defendió la conquista española de América, que tampoco hizo mucho por ello, por contraposición se hace negrolegendaria. Pero es una estupidez, ¿si Franco hubiera dicho y defendido que la Tierra era redonda, ¿la izquierda española sería terraplanista? Hay excepciones como Guerra o Felipe González, que se han rebelado contra esa idea establecida. No se puede hacer ni política ni historia así.
En el libro lo achaca a lo "políticamente correcto"... La izquierda asume lo políticamente correcto cuando nunca le había sido propio. Por eso agradezco profundamente el prólogo de Alfonso Guerra, porque ayuda a demostrar que esta lucha no es de derecha ni de izquierdas. Estamos hablando de realidades históricas.
El día de la caída de Tenochtitlán es comparable al día de la Liberación de la Alemania nazi
Ahora que se acerca del 12 de octubre, el Día de la Hispanidad, se escucha mucho eso de "Nada que celebrar"... Al contrario, es un día de celebración. Y si dicen que no hay nada que celebrar, es que en la universidad estudiaron ideología y nada más. Es un día de gran festejo porque supone el comienzo del fin de el imperialismo antropófago más siniestro de la historia, el azteca, y de un imperialismo embrutecedor como el inca. El día de la caída de Tenochtitlán es comparable al día de la Liberación de la Alemania nazi. Es un día de liberación para los pueblos mesoamericanos, oprimidos por los aztecas, y para los propios aztecas, oprimidos por una nobleza y una casta sacerdotal atroces. Las pruebas, hoy en día, son apabullantes.

Pero precisamente ese quinto centenario del que habla pasó totalmente desapercibido a ambas orillas... Hubo un acto donde el presidente de México realizó un discurso donde se refirió a mí. Me acusó de ser un pensador colonialista, sin haberse tomado la molestia de ver mi actuación política anterior, marcadamente antiimperialista, usando parte de una entrevista y de mi libro, que creó que leyó su mujer y no él. Intentó contradecirme, pero no lo logró. Yo le contesté en una carta abierta y le propuse hacer un gran debate, con cinco historiadores elegidos por cada uno, en una universidad de Suiza y que durante una semana discutiéramos si hubo genocidio y liberación. No ha contestado. Defiendo que el verdadero genocidio de América fue el que Hernán Cortés detuvo. Según Prescott, los aztecas mataban a 20.000 personas al año, aunque dice que no puede afirmar que otros estimaciones que hablan de 150.000 sean falsas. Bien, pongamos entonces que eran 80.000. Y multipliquemos por los treinta y tantos años que van desde la inauguración de la pirámide de Tenochtitlán hasta la llegada de Cortés. ¿De cuántas vidas hablamos? ¿De más de tres millones? Nadie hace esos cálculos, pero sería uno de los grandes genocidios de la historia y Cortés lo detuvo.
Dice que "la conquista de América la hicieron los indios y la independencia, los españoles". Por más que Hernán Cortés hubiera sido un estratega como Alejandro Magno, Julio César o Napoleón, con 300 hombres, a pesar de sus armas, no podría haber derrotado a un ejército azteca de 200.000 hombres. Cortés llamó a los oprimidos por los aztecas, que con él eso se acabaría, que no se iban a sacrificar a sus hijos y familiares. Cortés se hace acompañar de 200.000 indios oprimidos. La hicieron los indios porque fue su liberación. Pero Cortés hace algo más extraordinario: no permite que aquellos pueblos exterminen a los aztecas como habrían querido.
El presidente de México gritó hace unas semanas, en el día de la independencia, "viva la cultura prehispánica"... Es uno de los grandes demagogos, de los más baratos. El 90% de las personas que viven hoy en México no descienden de los aztecas, sino de los pueblos que lucharon contra los aztecas. La propaganda del estado mexicano les ha hecho creer que vienen de los aztecas, de los que oprimían y asesinaban a sus ancestros.
Los indios perdieron sus tierras con la Independencia, no con los españoles
Pero se podría entender que incluso ellos puedan tener una memoria como víctimas, porque después fueron víctimas de una dominación española... Falso, no hubo invasión porque no hubo ejército invasor. Nunca hubo un ejército español en América. No hacía falta, pero los Tercios estaban en Flandes. Hoy les dicen que los españoles les quitaron la tierra a los indios, pero se la quitaron los criollos, los españoles se hicieron propietarios por matrimonio y mantuvieron la propiedad comunal. Cuando llega la independencia aplican el código napoleónico y terminan la propiedad comunal de la tierra. Pierden las tierras con la República y eso nadie lo explica.
¿La batalla cultural contra la Leyenda Negra está perdida? Hoy la Leyenda Negra es hegemónica desde México a Buenos Aires. Y en EE UU. Defender lo contrario implica la expulsión de los círculos intelectuales. Ahora se defiende un primitivismo indigenista que promulga falsamente que hubo un pasado mítico donde todos vivíamos y comíamos felices para fomentar la división y debilitar aún más a las naciones iberoamericanas, para que sean factores aún más débiles en el mercado internacional. Esos líderes que defienden el indigenismo, esos Evo Morales o Pedro Castillo, de nombres españoles, que se hacen llamar antiimperialistas, son la mano de obra más barata del imperialismo internacional del dinero. A quien hoy interesa esa defensa de la Leyenda Negra es al capital financiero internacional: es el principal actor de la política internacional y le interesan estados pequeños y débiles.

¿Qué piensa cuando ve la retirada de exploradores y conquistadores españoles por toda América? Que quién lo hace es estúpido o un mercenario. Tiran la estatua de fray Junípero Sierra en California, pero obvian que las mayores masacres tuvieron lugar tras la anexión del territorio a EE UU. El fundador de la universidad de Standford y el general Custer, por ejemplo, son verdaderos asesinos de indios, no el pobre fraile.
Pero la población indígena sí disminuyó con la conquista... Sí, por la falta de anticuerpos ante las enfermedades exportadas de Europa. Si hubieran seguido sin los españoles, les habría pasado igual cuando el primer turista extranjero hubiera llegado a Cancún. Pero no hubo nunca una política de exterminio, como sí hubo en el norte inglés, que distribuía mantas infectadas de viruela entre los nativos en pleno invierno.

¿Poner el énfasis en la comparación con los anglosajones no hace perder la mirada crítica a la actuación española? Eso sería una tontería. Los españoles eran hombres, no ángeles. Las naciones están integradas por hombres y hay tipos que roban, asesinan o violan. Gente que hoy se porta bien y mañana, mal. Fue una empresa humana y todo eso va implícito. Hay que fijarse en el resultado global. Lo contrario sería una estupidez.
¿A los países hispanoamericanos les iría mejor con una política de acercamiento a España? Eso es otra cosa. Una cosa es la memoria y la historia y otra cosa es el análisis geopolítico, que yo también lo hago. El mundo marcha hacia Estados-Civilizaciones. ¿Por qué no pensar en un gran Estado Hispánico? Ingredientes tenemos. En él deberíamos incluir a Brasil y Portugal, porque son la otra cara de la misma moneda.

MADRE PATRIA
- En este monumental libro, Marcelo Gullo Omodeo demuestra que la leyenda negra fue la obra más genial del marketing político británico. Que, de manera inconcebible, los españoles se han creído la historia de España e Hispanoamérica que escribieron sus enemigos tradicionales, y se avergüenzan de un pasado del que deberían sentirse orgullosos. Que Hernán Cortés no fue el conquistador de México, sino el libertador de cientos de pueblos indígenas que estaban sometidos al imperialismo más feroz que ha conocido la historia de la humanidad: el de los aztecas. Que no fueron Pizarro y el puñado de españoles que lo acompañaban los que pusieron fin al imperialismo totalitario de los incas, sino los indios huancas, los chachapoyas y los huaylas. Que las masas indígenas en Colombia, Ecuador y Perú se mantuvieron fieles a la Corona española hasta el final. Que los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín no quisieron romper de forma absoluta los vínculos que unían a América con España, sino que buscaron con todas sus fuerzas la creación de un gran imperio constitucional hispanocriollo con capital en Madrid. O que la responsabilidad de la disolución del Imperio español la tuvo Fernando VII, que prefirió estar preso en Europa y no libre en América.
Concluye el autor señalando que nada separa a España de América, ni a América de España, salvo la mentira y la falsificación de la historia, y que el futuro de ambas depende de que sean capaces de desterrar para siempre el mito de la leyenda negra de la conquista española de América.
¿Cómo valora los actos que han programado el Gobierno de la Comunidad de Madrid de cara al 12 de octubre? No los conozco, así que no puedo opinar. Pero en esencia me parecen bien, debería hacerlo también el Gobierno central, que parece que tiene algún prejuicio ideológico. No hay nada por lo que pedir perdón. Se puede pedir perdón de determinadas acciones humanas, pero en el balance histórico, no. Absolutamente nada.
La Iglesia tiene mucho por lo que pedir perdón, primero por haber hecho surgir a ETA de los seminarios vascos, segundo por proteger en las iglesias vascas a terroristas y darles amparo al tiempo que daban la espalda a las víctimas de ETA.
Por el exceso de pederastas en los colegios religiosos, no entregar a la justicia a los pederastas sino por apartarlos y llevarlos a otros centros para que siguieran cometiendo sus tropelías.
Por dar la espalda Franco y traicionarlo después de que les salvara el pellejo antes de la guerra civil, donde la Curia era ejecutada, las monjas violadas y los templos quemados. Hoy en día condenan a Franco, aquel que les salvó de la hoguera, para lo que tienen de canalla no cabe olvidó olvido ni perdón.
También tiene que pedir perdón por acusar a España de maltrato a los indígenas en la conquista de América cuando saben que unos hombres exhaustos en tres barcos no pueden conquistar un continente entero si no es con el apoyo de todos los indígenas que habían sido masacrados por incas y aztecas, que hacían sacrificios de miles de niños, los españoles pararon el genocidio y llevaron la cultura a aquellas tierras.
La Iglesia debe pedir perdón por la Inquisición, por el régimen del terror impuesto en la Edad Media, por los crímenes contra científicos y mujeres acusadas de brujas, por la quema y tortura de herejes, etc.
https://www.alertadigital.com/2021/09/28/el-antipapa-francisco-saca-otra-vez-al-canalla-antiespanol-que-lleva-dentro-pide-perdon-a-mexico-por-los-pecados-cometidos-en-la-conquista-espanola/
Francisco pide perdón a México por los “pecados cometidos” en la Conquista española
El antipapa Francisco nunca pidió disculpas por las matanzas causadas por los ingleses entre los pueblos que colonizaron.
Para ellos, los habitantes de dichas civilizacionesno tenían la consideración de humanos. El colono anglosajón mostró una forma de crueldad inusual fuera de los campos de batalla y en ello, aunque aquí, en caliente, entran atenuantes obvios. Los pueblos sometidosfueron meros espectadores de las masacres cometidas en los actuales Estados Unidos, Caribe, África y Australia, por mencionar algunas latitudes al azar. Mientras los españoles intentaban convertir a los autóctonos al catolicismo, a veces con métodos algo expeditivos, y los portugueses, más mercantiles, trataban de controlar los puertos de Brasil y la costa oeste de África e India para así potenciar su fabulosa red comercial,los ingleses entendían que los indígenas de América debían ser literalmente exterminados–como así ocurrió en sus zonas de actuación–,para de esta manera repoblar el continente con ingleses de pura cepa. Y no vale decirque eran presidiarios desalmados o disidentes recalcitrantes frente a la monopolista fe anglicana, no; avezados exploradores como Rourke, Cook,y, antes que ellos, el inefable Drake, postulaban el exterminio en masa de los lugareños que asistían sorprendidos a la total subversión de la hospitalidad por aquellos energúmenos adecentados con uniformes de lujosa botonadura. Era la educada Inglaterra la que se oponía al mestizaje con los subhumanos.
El abuso e imposición arbitrarias de una Inglaterra exultante ante sus conquistas (no existían entre ellos un Fray Bartolomé de las Casas ni la más mínima normaque se pareciera a las Leyes de Indias) permitiría el salvaje saqueo, el expolio y el apalizamiento a millones de “indios” o aborígenes por parte de una cultura que a sí misma se llamaba civilizada. En lo económico y político, los beneficios soslayaron cualquier atisbo de humanidad, dejando a los intereses indígenas totalmente condenados a la muerte en guerras asimétricas, a la inanición en la mayoría de los casos y a la esclavitud flagrante y rampante.
El caso de Australia y de los EEUU es un ejemplo sangrante de lo que sin ruborse puede llamar perfectamente un genocidio. En menos de un siglo en la costa este bajo la influencia colonial inglesa no quedaban autóctonos para contarlo salvo los que servían de diversión en los circos, y por supuesto, ni quédecir de la ola aniquiladora posterior de sus pupilos que no dejaron títere con cabeza hasta llegar al Pacífico en California.
En la India, tras más de dos siglos de dominación británica, la esclavitud era generalizada y no se les permitía a los locales competir con productos propios en los mercados internacionales, hasta que llegó Gandhicon su rueca.
En Australia se les fue la mano totalmente. De más de 900.000 aborígenes contabilizados por su propia Sociedad Geográfica, algo más de 30.000 escaparon a aquel Apocalipsis de destrucción sistemática y,probablemente, planificada. Estos aborígenes llevaban en Australia aproximadamente 60.000 años cuando los primeros ingleses les hicieron notar su avanzada civilización, era el año 1770 y el infierno abría sus fauces.
Los ingleses declararon a Australia como terra nullius, es decir, sin habitantes humanos,de tal manera podrían así justificar el despojo de las tierras indígenas y el saqueo del continente. Tras arrebatarles las tierras fértiles, arrojaron a los aborígenes a las zonas áridas del interior donde morían como chinches. Enfermedades desconocidas arrasaron aquel último reducto del paraíso en la tierra, en un siglo exacto desde aquel terrible desembarco de los pulcros y puritanos anglos.
Sus hazañas africanasdespojaron de su nombre, identidad, dignidad y libertad a millones de esclavos procedentes de los puertos de Senegal y Guinea hacia las plantaciones del Caribe, Norteamérica y Sudamérica. Los infernales viajes donde una multitud de seres castrados de los más elementales derechos de existencia, encadenados entre sí, sin espacio para moverse, viajando durante meses, mareados hasta la extenuación, rodeados de vómitos, entre los alaridos de las mujeres y los lamentos de los agonizantes, generaban escenas de horror inconcebibles. Se calcula que uno de cada tres sobrevivía a esta travesía. Estas acciones de inhumanidad flagrante eran la obra de los que imputaban a España la famosa Leyenda Negra.
Pero es que además, el canalla argentino olvida o quiere olvidar que sin la acción evangelizadora promovida por España, el Catolicismo estaría actualmente confinado en unos pocos países europeos.
El Papa Francisco pide perdón a México
México festeja desde la Plaza del Zócalo los 200 años de la independencia de la nación después de recibir una misiva de Francisco en la que, finalmente, el Vaticano pide perdón por los «pecados» cometidos por la Iglesia Católica en el país mesoamericano. En la carta, la máxima autoridad de la Iglesia asegura, que «tanto mis antecesores como yo mismo hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización».
El jefe de Estado del Vaticano ha reconocido por escrito que existieron acciones que provocaron el profundo dolor y sufrimiento que se llevó a cabo en la Nueva España. (Cortés solicitó al rey que enviara frailes para enseñar el cristianismo a los indígenas tras la conquista de México Tenochtitlan). Las letras del Papa fueron leídas en boca de Rogelio Cabrera, presidente del Episcopado Mexicano. El Papa imploró no evocar los dolores del pasado para quedarse en ellos, sino para aprender. «Seguir dando pasos en vistas a sanar las heridas, a cultivar un diálogo abierto y respetuoso entre las diferencias y a construir la tan anhelada fraternidad priorizando el bien común por encima de intereses particulares, las tensiones y los conflictos», prosigue la misiva.
Dentro de la celebración de los 200 años de la Independencia de México de España, desde la Plaza del Zócalo, López Obrador ha confesado que mantiene una buena relación con la Iglesia Católica. Ha querido definir al “papa” Francisco de «verdadero católico y defensor de los pobres» alabando el envío de la carta en la que el santo padre reconoce los errores cometidos en el pasado por la Iglesia. Durante los festejos por el bicentenario, AMLO se refirió al padre Hidalgo «que tomó a la Virgen de Guadalupe como símbolo de lucha y de esperanza en la independencia de España». Angelo Sodano, enviado porFrancisco, que ocupa el decanato emérito del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica, remitió en el mismo evento al Plan de Iguala, que consideraba la Nueva España como país soberano, y también nombró la figura de Miguel Hidalgo, uno de los Padres de la Patria.
Las relaciones de la Conferencia Episcopal Mexicana con el Gobierno de México -en el segundo país con más católicos del mundo-, no eran, hasta ahora, las más cordiales a partir de que el presidente López Obrador reclamara al Papa más energía para denunciar lo que él denomina «neoliberalismo creciente». La reiterada petición del mandatario para que la Iglesia pida perdón por «las oprobiosas atrocidades» que en su opinión padecieron los pueblos originarios hace 500 años. Una demanda que también hizo a España en la figura de nuestro Rey Felipe VI, unas semanas antes, con el mismo mensaje y con la misma intención.
Andrés Manuel López-Obrador (AMLO, como se le conoce en la nación hermana) mandó el octubre pasado una carta explícita en la que interrogaba al papa: «¿No cree qué en vez de afectar a la Iglesia Católica una referencia en honor de Hidalgo y Morelos la enaltecería y causaría la felicidad de la mayoría de los mexicanos?». El documento fue entregado en el Vaticano por Beatriz Gutierrez Müller, mujer del mandatario mexicano, de visita por Europa y recibida cordialmente por el Santo Padre.
En el año 1810 se promulgó por el obispo de Valladolid el edicto de excomunión del padre Miguel Hidalgo Costilla, iniciador de la guerra de Independencia de México y asimismo, más tarde, en 1811 fue degradado del fuero secular el cura José María Morelos y Pavón, su antiguo discípulo. Ambos fueron condenados a muerte por su participación en el levantamiento armado revolucionario.
Incluso los zapatistas se posicionaron, cuyo EZLN (ejército zapatista de liberación nacional) llegó a afirmar en un comunicado que no creían que España ni la Iglesia Católica debieran disculparse por la conquista de México-Tenochtitlan ocurrida entre 1519 y 1521. En noviembre pasado, durante la última visita de la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya evitó presentar disculpas por la Conquista Española e insistió en la necesidad de construir relaciones bilaterales «sobre el pasado, pero mirando al futuro».
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha calificado al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como "lamentable" por, a su juicio, haber atacado la "gran obra de la hispanidad" en referencia a sus declaraciones en las que ha reconocido las "atrocidades" cometidas por "muchos exploradores europeos" contra las comunidades indígenas norteamericanas.
Durante su discurso este sábado en el marco del evento Viva 21 organizado en Ifema, Madrid, Abascal ha arremetido contra Biden después de que este haya declarado su reconocimiento a la "dolorosa historia de agravios y atrocidades" cometidas por "muchos exploradores europeos" contra las naciones tribales y las comunidades indígenas norteamericanas en su declaración del Día de Colón el próximo 11 de octubre.
"Acaba de decir el lamentable presidente de los Estados Unidos... bueno, no ha dicho nada porque le cuesta decir una palabra detrás de otra, pero acaba de atacar la gran obra de la hispanidad, de la evangelización. Acaba de referirse a las atrocidades cometidas por los españoles. ¿De verdad Biden se atreve a decir eso cuyos antepasados llegaron con la excusa de hacer botones y avanzaron hacia el oeste con la evangelización del plomo no dejando ni un indio y metiéndolos en reservas?, ha manifestado interrumpiéndose en varias ocasiones por los silbidos de los asistentes.
En este sentido, el líder de Vox ha resaltado su orgullo por España, por "nuestra historia" y por lo que hicieron "nuestros antepasados" y la "mejor de nuestras reinas, Isabel la Católica", al tiempo que ha avisado que "nosotros no pedimos perdón a los progres".
En este sentido, ha emplazado a los asistentes a que se sientan orgullosos porque son "herederos" de los que descubrieron "el nuevo mundo" y pusieron fin al "genocidio de los pueblos indígenas" e inventaron el "imperio solar español", algo que, ha asegurado, es la mayor obra de "hermandad universal que haya aportado ningún pueblo".
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